El neurofeedback de fluctuación infralenta o ISF es un método de entrenamiento cerebral único que se enfoca en las frecuencias infralentas (es decir, por debajo de 0,1 hercios) y permite a los pacientes autorregular sus ondas cerebrales guiando a través de tonos que reflejan cuando se excede o decae por debajo de un valor umbral. El cerebro intenta “jugar” con dichos tonos y comenzará a adaptarse aprendiendo con ello a autorregularse. A diferencia de otros tipos de neurofeedback, el ISF actúa directamente sobre el sistema nervioso autónomo, ayudando a equilibrar las respuestas del sistema nervioso simpático y parasimpático, que regulan la respuesta al estrés y la relajación. Este enfoque permite a los pacientes notar cambios inmediatos tras las sesiones, haciéndolo útil para quienes necesitan resultados rápidos. Además, el ISF se ha demostrado efectivo en tratar problemas como el sueño, la ansiedad y dolores crónicos.

Trabajar en el contexto de la regulación autónoma es muy útil por varias razones. Una de ellas es que el neurofeedback ISF realmente hace que las personas sientan algo durante el entrenamiento. Es diferente de la mayoría de los neurofeedback en los que el cliente debe participar en hasta 10 sesiones antes de darse cuenta de que se está comportando de manera diferente. Con el entrenamiento ISF, los clientes entran a la consulta sintiéndose de una manera y salen de la consulta sintiéndose de otra. Ese factor hace que este tipo de neurofeedback sea muy útil para aquellas personas que están en apuros y necesitan ayuda inmediata, esperanza y regulación fisiológica.

Debido a que el entrenamiento ISF utiliza un rango de frecuencia diferente al de algunos de los tipos más tradicionales de neurofeedback, también puede dirigirse a diferentes síntomas y tiene un gran efecto sobre el sueño, la ansiedad, el dolor de rodilla, el dolor de espalda, etc.